El puerto de la ciudad de Bergen es considerado como la entrada principal a los fiordos. Por ello, prácticamente todos los cruceros por los Fiordos Noruegos parten de allí o, como mínimo, realizan una parada en dicho puerto a lo largo del recorrido. Debido a que la mayoría de embarcaciones que allí operan se dedican a la pesca, dispone en el centro histórico de un espectacular mercado.
El otro puerto que hay que reseñar es el de Oslo. La capital de Noruega ofrece un buen número de atractivos y lugares de ocio que conviene visitar. El resto de puertos que se visitan suelen destacar especialmente por el atractivo del entorno natural que les rodea. Las dos compañías que ofrecen cruceros baratos por la zona son MSC Cruceros y y Costa Cruceros. En todo caso, otras navieras también ofrecen cruceros por los fiordos noruegos, por lo que, en determinados momentos, es posible encontrar una oferta de cruceros realmente apetecible con estas compañías, incluso en las épocas de temporada alta. El itinerario más habitual para los cruceros por los fiordos noruegos es el que parte de Copenhague, Dinamarca, y hace parada en Flaam y Geiranger antes de llegar a Bergen, ciudad conocida como la entrada a los fiordos. Posteriormente, la siguiente parada se hace en Stavanger y, a continuación, en Oslo antes de volver a Copenhague. Entre medias, todo crucero todo incluido que se precie atraviesa el fiordo de Sognefjord, el segundo más largo del mundo gracias a sus 205 kilómetros de longitud. En paralelo a él se sitúa el de Naeroyfjord, el cual también es un destino recurrente gracias a la altura de sus saltos de agua y sus acantilados. Por su parte, el de Geirangerfjord, debido a la cascada de las Siete Hermanas, también es imprescindible en sus recorridos. La temporada de cruceros por los fiordos noruegos se abre a principios de mayo y se cierra a finales de septiembre. Los meses de junio, julio y agosto, debido a que se puede disfrutar de temperaturas más elevadas y agradables, son considerados como de temporada alta y, por ello, los precios son más caros, si bien es cierto que merece la pena para disfrutar de todos los atractivos del paisaje y del barco. Por su parte, mayo y septiembre son temporada baja y, a pesar de que hace más frío, los precios son más bajos. Sin duda, una buena opción con un presupuesto más bajo o para aquellos que, simplemente, quieran disfrutar de la tranquilidad que supone la menor concentración de turistas.